Ahora que ya han pasado unos días de tan grato evento, y con la tranquilidad posterior a la emoción y honor de ser el orador del año 2010, quiero agradecer a los compañeros del C.O.C.O, Cristóbal, Carlos y Manolo que hayan tenido el detalle de designarme para este año para dicho honor.

 

       Espero que esta tradición instaurada, ahora hace cuatro años, pueda ser disfrutada por cada uno de nosotros, aunque  yo ya haya tenido la satisfacción de sentirla, eso significaría que seguiríamos viéndonos durante muchos años más.

 

        Aunque parezca que es un mero acto de brindis por todos nosotros, yo quise hacer una glosa a ese tiempo de infancia-adolescencia, que queramos o no, lo hemos vivido juntos y en el Colegio Los Olivos, por lo tanto es parte consustancial a nuestras vidas. Y como dije en el brindis, me siento orgulloso de la educación que me dieron, aunque después cada uno la aplique a su vida de la forma que mas lo crea conveniente, pero el “sello” de Los Olivos lo llevamos encima; y yo he fardado de ello en algunas etapas de mi vida. Hace 35 años nos “soltaron” a la vida, y creo que a la mayoría de nosotros no nos ha ido tan mal gracias a esa educación.

 

        Llevamos 10 años juntándonos para comer una vez al año, y a esa comida espero no faltar mientras pueda, porque es volver a un tiempo que para mi fue difícil pero feliz; un tiempo de niño-adolescente con todo lo que conlleva de dificultad esa etapa de la vida. Pero una vez al año, volver a ver a Jesús Pulido, Jaime Naranjo, Pepe Cano, Fefo Morón, Antonio Ortega, Juan Alcover, etc, etc, etc……., para mi significa recordar unos tiempos muy bonitos y muy felices, que obviamente ya no volverán, pero siempre estarán con nosotros.

 

        Me siento orgulloso de mi Colegio y de mis compañeros.

 

                   Un abrazo.

 

                                    JOSE LUIS REDONDO, uno de la clase del C